No me llames Wanda,
llámame Soledad,
claro de luna llena
y río que va hacia el mar.
Llámame sal de piedras
y estrellas del más allá.
Rosa vestida de rosa
y boca que muerde al besar.
Pero no me llames Wanda
que mi nombre es Soledad.
La sangre corre en las venas,
el fuego es el oscuro al mirar
y que con los ojos que tengo
la lluvia te va a mojar.
Y no me llames Wanda
que mi nombre es Soledad.