¿Quién le ofrece a mi espíritu su brisa?
¡Su Cálida Sonrisa!
¿Quién amante lascivia me provoca?
¡Su Roja y Dulce Boca!
¿Quién de luz es fulgente llamarada?
¡Su Mórbida Mirada!
De su estampa preciosa y bien labrada
se desprenden magníficos excesos;
y me llenan el alma de embelesos
su sonrisa, su boca y su mirada.
Autor: Aníbal Rodríguez.