La verdad, era un poco creída y cabrona,
pero la condescendencia habitual de la naturaleza
con la juventud
y el talento en el arte de lucir vestuario
minimizaban esos pequeños inconvenientes.
Era un marzo casi primaveral
y como todos los marzos casi primaverales
los lindos pajaritos se comían a las lindas mariposas,
los lindos gatitos se comían a los lindos pajaritos,
las ratas seguían pululando bajo las calles
(pues a ellas no les engañan
las trampas propias del cambio climático)
y la Humanidad, como suele pasar
en esas extrañas épocas de bienestar y paz contenida,
comenzaba a oler un poco a podrido.
Yo seguía asesinando a mi karma
con bombardeos cerveceros,
negocios fallidos y versos afilados.
Aquel marzo, ella me dijo:
\"¿jugamos a yo Jane con veintipocos
y tú Tarzán, ahogado de experiencia
y abrazado a la última liana de la selva?\"
Y es que resulta que a veces,
cuando menos lo esperas, la vida te chupa la oreja
con su lengua cosquilleante y sibilina
y luego sigue hacia abajo,
y entonces funde tus circuitos caducos,
aparecen margaritas sobre tu sombra,
estrellas fugaces en los ojos
y tonos fresa resurgen febriles
sobre la incipiente desertización de tu piel,
y logra que ese creciente sudor frío que te inunda
algunas noches sin avisar
se evapore como humo del mejor cannabis
entre los viejos y agotados perales de tu recuerdo.
Y eso, amigos, despierta el apetito,
las ganas de estirar un poco más
esa noche oscura y tenebrosa
pero hoy clara y llena de revoltosas
y luminiscentes luciérnagas viniéndose arriba.
Porque de repente llega Jane
con su cuerpazo de top model,
con su piel fresca y reluciente,
su informal y húmedo despeinado,
su insultante inconsciencia y explosión de vida
(y con ese vestido negro ceñido y ultracorto)
y te dice:
\"Después de estar conmigo te podrás morir a gusto y feliz\"
\"Te importará un huevo que Trump vuelva a ganar las elecciones en USA\"
\"Te importará el otro que un puto virus chino acabe con media Humanidad\"
\"Yo enjuagaré todos y cada uno de los sinsabores y sinsentidos de tu mediocre existencia\"
\"Elevaré tu espíritu (y sin químicas ni psicoterapias de moda) hasta la exosfera y más allá\"
Y tú te lo crees
o te lo quieres creer
o no te lo crees
pero en realidad te importa dos cojones que sea mentira.
El caso es que Jane de veintipocos asalta tu mundo
desde la suela de tus zapatos hasta el último pelo
de tu decadente y canoso sucedáneo de tupé
mientras te dice relájate y disfruta.
Y entonces tu jefe te coge manía
y tu ex te deja de hablar
y la panadera te sonríe lascivamente
y tu madre dice ¡al fin!
y tu sobrino dice ¡qué tío!
y los morbosos de tus lectores piensan:
Vaya mierda de poema,
pero ya puestos cuenta los detalles ¿no?