En tu cuerpo una arcada
Por tus pechos dulce tacto
En tu sur a traspasos
Y en ellos caigo, vivo y renazco
Es una noche sin velas
Oscuridad perpetua
Son tus ánimos en un entierro
Es el mirar en unos ojos
Son recuerdos
Ser y ente en el mismo cuerpo
Descansa, sin más gemidos en silencio
Ahogame con tu sueño
Desentraña cada recuerdo
Saboreo dulce como niño
Dejo de existir y caigo en ello
Es cada hebra de cabello fino que descansa sobre mi pecho
A una niebla espesa
El azul...
Azulados son los ojos que te ven correr
Mar abatido, mar gris e incontrolable
Con tanta furia denota tus olas
Son las mismas que me arrastran a navio
En tu brisa sollozas
Me ruegas e imploras
Es tu voz en el mensaje
Que me pide hablarte
Y mi orgullo causa sordera
Es un hálito a tus llamadas caricias
La mar, es así como te gusta quien te eres
Fría e indomable
A costa mía bravía e incesante
Deseas que me hunda y muera
Que pruebe suerte
Deje todo de vuelta
Y esté en busca de tierra firme a dónde descansar pueda