Se empezó a escuchar la brisa, anoche cuando escribía
entró por la ventana y me ofreció más poesía.
De pronto cayeron gotas, una tormenta se venía,
seguí escribiendo versos, para ti mi alma mía.
Anoche cuando escribía, se escuchó una melodía
y el hablar de aquellos hombres, con mucha picardía
al escuchar aquellas voces, se me fue la poesía.
Y llegó a mi pensamiento, esa vana fantasía
de pensar que te tenía y que seas siempre mía
Anoche cuando escribía, miraba la luna llena
me llegaron muchos versos y se marchó esa dura pena
la noche era serena y toqué mi bella quena
ensayando, para aquella noche buena.