Los criminales sembradores
del kakistócrata narcodictador
Nicolás Maduro,
no siembran flores,
ni árboles frutales,
ni plantas medicinales.
No, los muy cobardes,
con los rostros cubiertos
con antifaces de muerte,
siembran terror
para cosechar miedo.
Siembran sombras
para embrutecer al pueblo.
Siembran mentiras
para cosechar verdades.
Siembran hambre
para cosechar dependencia y sumisión.
Siembran drogas y armas de guerra
para cosechar culpables de todos los delitos
entre la disidencia política.
Siembran escasez
para cosechar miseria y muerte.
Siembran tormentas
para cosechar tempestades colectivas
que dominan con metralletas, fusiles, bombas letales y tanquetas.
Siembran desinformación, cerrando periódicos,
radios y televisoras y portales digitales
para cosechar apagones colectivos de información