En tus labios no hay prueba,
de aquel beso robado,
que te di en el pasado
y hoy mi mente renueva.
Recuerdo no hay en tú boca
porque tú piel ha olvidado
el roce tierno y delicado
de un beso que te provoca.
Aunque no eres mi presente
ni mañana ni futuro
eres oasis en mi mente.
Mi mente es piel que siente
y no olvida en el tiempo
la caricia más silente.