Arbol de navidad.
Cae la soledad sobre la tarde gastada,
de un viejo que carga dolores de Poesía,
nadie reparó en él los colores de su día,
ni la tristeza de su vejez abandonada.
Fué por un dormido árbol en la buhardilla
lo armó con sus lucecitas de colores,
globos y nombres de sus hijos menores,
que crecidos marcharon por sus vidas.
Le dolió al viejo abrir puertas al recuerdo,
de lejano paisaje con ríos de sentimientos,
allí navegó alegres y bellos momentos,
hoy paisaje marchito y el viejo río seco.
Tiende su cuerpo anciano en el viejo sofá,
el sueño lo saca de su gran pena y llanto,
dormido vuela ayeres de dicha y encanto,
y abrazos de niños que gritan te amo papá.
Gestos alegres en su rostro dormido,
sobre el sofá que será su último lecho,
no soportó la emoción su viejo pecho,
se llevó el cielo al viejo de penas herido.
Quedaron las lucecitas encendidas
reflejadas en los ojos de las estrellas ,
con nombres de los que borran huellas
y desprecian bondad y amor de sus vidas.
Poeta al atardecer.