Mis versos emergieron de tus ojos
y toda mi ilusión nació en tu boca;
que tienen lo sensual que me provoca
beberme tu pasión y sus sonrojos.
Incita con ardor a mis antojos
tu esbelto caminar, que siempre invoca
tu fuego magistral, que me trastoca,
soñando disfrutar tus labios rojos.
Tu risa voluptuosa y tan magnética,
atrapa mi sentir apasionado;
y logra despertar mi esencia herética
que fluye como río desbordado;
en busca de tu imagen tan poética
que tiene al corazón embelesado.
Autor: Aníbal Rodríguez.