Algún día muy triste me iré
con el viento de invierno
iré a donde él me lleve
para mí ya no habrá primavera
Pero quizás algún día ella regrese
colgada del viento de otoño
balanceándose al ritmo inquieto
de la danza de las hojas secas.
Y tal vez llamará a mi puerta
con sonido de campanitas huecas
se llenará de tristeza porque no abriré
y me moriré de tristeza.
Algún día volverá con sonrisas de alegría
envuelta en aromas de primavera
cuando mi corazón está ya yerto
seco como las caricias del verano.
Ya no estaré a su lado al anochecer
ni en el misterio del amanecer
la tristeza será la dueña de mi sentir
mis noches serán de eterno invierno.
No seré quien duerma a su lado
pero robaré sus sueños
y en aquellos tristes otoños
moriré por siempre enamorado.
Lima, 5 de diciembre del 2023