El Final de la vejez
Con los pasos muy pacientes
caminando van los viejos
sabiendo les queda lejos
a donde viven sus gentes.
No son paseos frecuentes,
pero tanta soledad
no la cura la amistad
de los otros compañeros,
que allí llegaron primero
arrastrando su presente.
Dolor los mayores sienten,
cuando más los necesita
te conciertan una cita
en la que tú no interviene.
El problema que ellos tienen
es que le sobran los viejos ,
solo les ven el pellejo
sin ver como llora el alma,
pidiendo un poco de calma
que tan solo les conviene.
Un nuevo hogar, les buscaron
donde podrán atenderlos,
encantados de tenerlos
aunque no les consultaron.
En el centro los dejaron,
para que nada faltara
está incluida la cuchara
pagada con su pensión,
ganada con gran tesón
que al trabajo dedicaron.
Allí, casi sin hablar,
los días van transcurriendo
y las penas van sufriendo
cuando se ven contemplar,
sus viejos cuerpos temblar
con sus manos sudorosas
que apenas sujetan cosas,
causas de la enfermedad.
Ya te llevan con la edad
sin que la puedas driblar.
José Ares Mateos (Menesteo)