Tu boca entreabierta, herida de azucena,
donde brota tu voz, profundo encanto
un hilo de sangre, vino amaranto
y unos labios de flores de verbena.
Tus labios son mortal flecha si sonríes,
es el rocío de los valles, dulce gota
en los jardines galantes donde brota
la fragante anémona, color de rubíes.
Deja en mi cuello beso y mordida
tu boca, rica boca bienhadada
¡Qué dulces mordiscos de tu locura!
Sensual caricia con fuego de dulzura,
con la antorcha de Amor encendida,
dejando mi boca en llamarada.