Te prometí darte mi corazón
sin saber que lo ibas a dañar;
si me lo pidieras otra vez
aún hoy, te lo daría sin dudar.
Te prometí nunca olvidarte
aunque me dejaras de amar,
cada noche sueño contigo
y cada día no te dejo de pensar.
Te prometí darte mi tiempo
aunque conmigo no quieras estar;
sé que ya olvidaste los momentos
que de tu mente dijiste no ibas a borrar.
Te prometí siempre escucharte
aunque conmigo no quieras hablar,
escondidos tengo los secretos
que como un tesoro me pediste guardar.
Te prometí para siempre amarte,
todos los días hasta el final,
no dudes nunca de mis promesas
que te acompañarán en la eternidad.
Daniel Escamilla.