En un rincón, una gaviota espera,
el metro tren se acerca hambriento,
hacia un vendaval naufrago y fugaz.
Tu presencia es imperceptible.
Un pájaro observa desde la bandada.
¿Quién ocupara el vacío de tu asiento
o el vacío de los miles, uno?
Próxima estación, entre aroma y silencio,
el juego sin cuerpo es solo una ficción,
los dientes devoran los días,
hoy el dolor habita en las esquinas.
Toda la respiración quebrada
como el vidrio de un mismo cristal,
fragmentos de unos ojos húmedos.
Una gaviota hambrienta,
¿Cómo llegó a este lugar?
Cuantas luces imitan a otras luces,
Cuantas sombras giran en la vida.
Quizás, imitas que vives y vuelas.
Como la imitación del miedo.
Quizá tengas que aprender a existir,
los parásitos, simulan trabajar.
los árboles ya no crecen.
ni la rosa ata su fragancia,
¿Quién secuestra su aroma?
Solo sus espinas causan heridas…
Los habitantes tienen la libertad de imitarse,
pero ignoran que se inicia su esclavitud.
El pasado se tiende a olvidar,
dejas de ser gaviota,
¿Qué fragmentos de vida escapan?
Vuela a través del túnel del metro tren,
Quien sabe que es solo un ave
de alas abiertas que caerá en algún lugar,
quizás, logre llegar al mar…