En Navidad se cantan villancicos;
en Navidad se colmatan de comida
las cestas;
en Navidad trabajan los de siempre
en los restaurantes
donde nos sirven la cena de Nochevieja;
en Navidad los niños juegan
con los móviles
y con pistola eléctricas;
en Navidad se multiplican las borracheras,
los hospitales se llenan
de pacientes que llegan
con sus enfermedades encima,
por culpa de las grandes comilonas
y por exceso de dulces,
pasteles, turrones y bombones
y canciones bélicas;
en Navidad sacan a pasear
a los Reyes Magos
y los utilizan cada cual a su manera
para acudir a Belén y ofrecer
regalos que al Niño Dios le saben
a poco más o menos
que una propina ligera;
en Navidad se reza en las iglesias,
canta un gallo,
la gente pone su cara buena,
un vecino que tengo
compra lotería y juega
mucho a las quinielas;
en Navidad sin saberlo
ni preguntar
Papa Noel se presenta
vestido a su manera
con trineos y alces
llevando en grandes bolsas
juguetes que hacen grandes
a muchas empresas;
en Navidad las guerras
se hacen más dulces,
el espíritu navideño
entra a saco
en las sesudas cabezas
de esos maestros de alta escuela
capaces de acabar con la humanidad
solo por una apuesta.
Feliz Navidad, si es que cuela.