A PILAR
Te quiero, tú ya sabes que te quiero
aunque por mis tristezas yo me ausente.
Es esta discapacidad creciente
que me va convirtiendo en prisionero.
Yo viajo por perderme entre la gente
a sitios donde no he sido llamado,
ajenos de futuro o mi pasado,
por ser nadie entre tanto indiferente.
Existo ya sin ser parte de fiesta
con poco más después de los te quiero
que besos amorosos sin premura.
Cualquier dolencia siempre se detesta.
Yo soy como ese perro callejero
que vive donde encuentra la ternura.
CORTÉS BRACERO DE LA HOZ
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