Matias 01

Como será el milagro…

Sin querer rocé sus manos mientras íbamos

por el río, entre las piedras,

las yerbas y las flores silvestres que iban

desnudando sus aromas

sobre el aire.

 

Las aguas cristalinas corrían, salpicaban

y apenas cubrían sus tobillos,

mientras sus manos parecían peces en el aire

jugando con las mariposas…

 

Me senté sobre una roca a mirarla en silencio,

pensando ser feliz con ella

y sentía que el día brillaba más

cuando sonreía

como una loca

y sus pupilas me encendían los colores.

 

Como sería el milagro entonces, que nos caímos

a mirar el horizonte

bajo un viejo álamo

y al primer beso

amaneció la noche con todos sus astros

sonrientes.

 

Como será el milagro que aun ahora, después

de cuarenta años

bajo el mismo álamo

estamos apretados, mirando el horizonte

sangriento

saboreando aun las humedades del primer beso.