José Luis Barrientos León

Aniversario

 

Tome al fin, el fruto sublime de tu pecho

acaricie tu piel blanca como deshilando el tejido

con el roce de mis dedos se desprendían los hilos

que contenían las voces, las palabras y susurros

como savia, como espíritu cándido descubriendo la vida

 

Tome al fin, las raíces virginales de tu vientre

bajo la blasfemia del fuego que se encendía ante tu figura

en la ceremonia devota de la desnudez

contemplada por mis ojos, posados a tus pies

como ante la Venus perfecta que te deslumbra

 

Tome al fin, el silencio sacro de tus labios

ascendiendo desde el gris áspero de mi alma

hasta alcanzar el ritmo lento de tu latido

descubriendo la luz sencilla de tus ojos

como aventura y paz para mis calendarios

 

Tome al fin, los escombros raídos de mi vida

sordos, mudos, ciegos, colmados de lágrimas inmóviles

plenos de hastío y abandono,

entre las paredes grises de mis días

para enterrarlos en el pozo cavado por tu ternura

y renacer como higuera florecida

anhelando tu boca y tus besos