(OCTAVAS ITALIANAS)
Mírame, trata de observar lo oculto
que esconde la negrura de mis ojos;
la chispa que engalana como rojos
albores lo profundo de mi mar.
Mírame bien, recorre cada capa…
Empápate la vista con mis astros,
de los negros y dulces alabastros
que hoy esbozan amor en tu mirar.
Busca la luz que es inmarcesible
en lo desmesurado del vacío
de mis pupilas, pasa lo sombrío.
Búscame, pero búscame, mi Flor.
Las horas van pasando, se desprenden
como hojas ya marchitas de mi templo.
¡Mírame bien los ojos, yo contemplo
en tu espíritu el verdadero amor!
El negro manto de la noche riela
el vals de las luciérnagas, titilan
para nosotros. Las arañas hilan
con sus sedas las redes de un disfraz…
Soy cazador, mi bella mariposa.
El brillo de mis ojos es carnada
y el ramaje de besos la morada,
la trampa en donde quedarás en paz.