BYE.
Debía llegar a la noche más extensa, saliendo de mi cuerpo en búsqueda de mi estrella. Debía ausentarme, alejarme de las voces que ingresaron tantas veces a mis sueños sin premiso.
Debía irme. Salirme de mi cuerpo era el único camino, la única respuesta que hoy podía darles.
Soltarme era posible si al final daba este paso, y el paso se fue dando con los ojos agrietados.
Debía llegar a la noche más extensa, saliendo de mi cuerpo en búsqueda de mi estrella. Debía olvidarles, anclarme a mis silencios que suelen ser a veces mucho más honestos que uno mismo.