Jose Luis Santiago

¡OH DIOS! ESPOSO MIO

 

En castilla me has metido

y en la altura de los chopos

mi alma la has mecido

con la paz de tu calido soplo

 

parado estoy activo

y activo quedo parado

viendo que soy el testigo

en el pobre cuerpo humano

 

cogiéndote de la mano

me has llevado por tu camino

y yo protestando enfadado

te increpaba confundido

 

mi carro lo has conducido

en medio de las batallas

sin haberte percibido

y ahora te veo y me dices: calla

 

callado me quedo cohibido

escuchando lo que hablas

en el silencio de los sentidos

y con la profundidad de tu calma

 

sin temor y sobrecogido

por tu misericordia sin causa

de todo me has desprendido

y sin nada tu todo en mi se halla

 

tus amores son vestidos

que elaboras con diferentes tallas

que los entregas bajo pedido

en la tienda de la esperanza

 

con fe todo se alcanza

con fe entre en tu castillo

y humilde ahora me ensalzas

haciéndome muy sencillo

 

desnudándome veo mi brillo

sintiendo tu bienaventuranza

en los discursos de los pajarillos

y en lo hilos de la telaraña

 

tus sonidos son zumbidos

de abejas encantadas

bailando enamoradas

en un almendro florido

 

esposo dulce y querido

mi amo y Señor, ¡oh Dios mió!

en tu agradable morada

el calor es igual que el frió

el desprecio igual que la alabanza

la perdida es la ganancia

que devuelve lo perdido

eso que todo lo alcanza

tu amor incomprendido

que esta en el mundo y de el se aparta

 

la realeza de tu reino divino

se llena de innumerables almas

dándole lo que han pedido

tú en el corazón eres testigo

que da sin desear nada

y conduciéndolos por el destino

reciben lo merecido

pesado en tu justa balanza

 

tus sirvientes decididos

viendo a los seres caídos

aceptan sufrimientos

para poder redimirlos

y en este sólido cimiento

se construye tu servicio

que te domina por completo

teniéndote sometido