En castilla me has metido
y en la altura de los chopos
mi alma la has mecido
con la paz de tu calido soplo
parado estoy activo
y activo quedo parado
viendo que soy el testigo
en el pobre cuerpo humano
cogiéndote de la mano
me has llevado por tu camino
y yo protestando enfadado
te increpaba confundido
mi carro lo has conducido
en medio de las batallas
sin haberte percibido
y ahora te veo y me dices: calla
callado me quedo cohibido
escuchando lo que hablas
en el silencio de los sentidos
y con la profundidad de tu calma
sin temor y sobrecogido
por tu misericordia sin causa
de todo me has desprendido
y sin nada tu todo en mi se halla
tus amores son vestidos
que elaboras con diferentes tallas
que los entregas bajo pedido
en la tienda de la esperanza
con fe todo se alcanza
con fe entre en tu castillo
y humilde ahora me ensalzas
haciéndome muy sencillo
desnudándome veo mi brillo
sintiendo tu bienaventuranza
en los discursos de los pajarillos
y en lo hilos de la telaraña
tus sonidos son zumbidos
de abejas encantadas
bailando enamoradas
en un almendro florido
esposo dulce y querido
mi amo y Señor, ¡oh Dios mió!
en tu agradable morada
el calor es igual que el frió
el desprecio igual que la alabanza
la perdida es la ganancia
que devuelve lo perdido
eso que todo lo alcanza
tu amor incomprendido
que esta en el mundo y de el se aparta
la realeza de tu reino divino
se llena de innumerables almas
dándole lo que han pedido
tú en el corazón eres testigo
que da sin desear nada
y conduciéndolos por el destino
reciben lo merecido
pesado en tu justa balanza
tus sirvientes decididos
viendo a los seres caídos
aceptan sufrimientos
para poder redimirlos
y en este sólido cimiento
se construye tu servicio
que te domina por completo
teniéndote sometido