IV
Recorrí el cauce del río
Los recuerdos y las memorias
Fluyeron con él
Torrente de vida
Aquella vieja casona
Fue mi refugio por una temporada
Te escribí mil cartas
Para obligarme a recordar
Todas las promesas que hice
La paredes de madera
Las tapicé con el recuerdo de tus besos
Y cada uno seguía ardiente
Acá es donde más duele…
V
Me hice amigo de los árboles
Teñidos de otoñales tonos
Son ángeles caídos
Desde alguna batalla celestial
Estaban tan cansados
Que decidieron echar raíces y descansar
Escuché atento sus historias
De un mundo que se mueve entre el bien y el mal
De amor y desamor
Pasión y lujuria
De valentía y de temor
Y así pasamos los siglos
Pero el llamado del lago es más fuerte
Tengo que dejar a mis amigos
Quietos a la orilla del río
Algún día yo también caeré del cielo
Para echar raíces
Y descansar…