José Luis Barrientos León

A mi Madre, Mita. (10 de diciembre 1925 – 15 de agosto 2017)  

 

Cuando pienso en ti

te encuentro en las cosas más sencillas.

Una mañana con el canto de jilgueros.

Un jardín pleno de dalias amarillas.

Una mano pequeña posada en mi frente.

Una tarde a tu lado escuchando las historias.

 

En fin,

un recuerdo humedecido por el invierno,

como de un niño refugiado en tus abrigos,

mirando por la ventana el horizonte,

anhelando tu llegada entre las flores.

 

Sí supieras, bueno sé que lo sabes,

que mi alma había perdido el equilibrio,

desde que tu voz se apagó entre las lunas,

desterrando las estrellas,

enmudeciendo el viento,

ocultando la noche,

para que no naciera el alba

 

También se que sabes,

que la mirada se apagó desde aquel día,

dejando el corazón sin los latidos,

de la esperanza asomada entre las orquídeas-

Nada podría encender la vieja lámpara,

solo un sencillo te quiero de tus labios,

porque eras el canto de la mañana,

el aroma del geranio,

y el sonar de las campanas.

 

Se que un día llegarás entre amapolas,

 y la cítara sonará anunciando ángeles.

Los pájaros se posarán en el tejado

para dar paso a tu amor sobre las nubes.

Las fogatas arderán bajo la lluvia,

Y de nuevo tú y los tuyos seremos uno.