Desordenaste mí vida, mis ideas y mis sentimientos. Viniste para que viera cómo dejaba que destruyeran lo que soy. Pero también llegaste para meterte en el corazón, para desnudar mí alma y amara todo lo que veía en ella.
Desordenaste una cabeza que de por sí, ya venía con pocos jugadores. Me regalaste días de amor puro sin pedirme nada a cambio; y eso vale un montón. Pero fue mucho para lo que podía resistir.
Me quedas grande porque mi miedo es todavía más gigante. Me habla por las noches y no consigo dormir. Las heridas se llenan de dudas y arden con solo pensar.
Es posible que lo haya arruinado otra vez, que sin querer dejo pasar lo que tanto pedí. Pero, ¿Sabes qué? Llegaste tarde, apareciste cuando deje de creer y la fe se terminó. Cuando el amor se volvió una fantasía.
Me quedas grande porque no puedo corresponder a ese corazón enorme que tenes; como quisiera hacerlo. Porque tarde o temprano voy a arruinarlo, y no quiero que me odies por eso.
Porque te amo es que prefiero no entrar a tu vida, porque no soy lo que crees que soy.