Aún tu luz fulgura
a veces a media claridad
llena poco a poco
esa inestabilidad.
Tu presencia tácita
remolinea
hierve
estalla
sucumbe
y vuelve a nacer.
Fuiste ayer
hoy no,
pero aún estás aquí.
Te evoco sin querer
estás en el viento
y tu dulzura puedo oler,
tu risa tocar
y tu cuerpo abandonar,
en mis anhelos
en todo mi onírico ser.
Te fuiste y no has vuelto,
pero has estado siempre allí,
sin hacer nada
a distancia lejana
imperceptible,
y yo mucho
recordándote.
Te necesito pero no,
si te pudiera tocar
no lo hiciera
me quedara abstraido,
en silencio
habiendo tomado todo de tí
tan solo con mis sentidos
me quedara callado, desdibujado
dentro de mi mismo
Te quiero en mi mente
aquella caja de códigos
y no sé, por qué es así
prefiero no estar
prefiero esta cruel realidad
prefiero sentir
muy interiormente,
que aún existes
en mí.