Yo no puedo contestarte amor mío esa pregunta,
está muy difícil para mis sentimientos.
Ay amor si te cuento,
mi corazón se resiente
ya que, de ti, estoy pendiente.
Pero esa pregunta no te la puedo responder
porque hay Dios que todo lo puede ver.
Esa pregunta me duele en el alma,
esa pregunta me rompe el corazón.
Ay amor no sé qué decirte,
si despedirme o decirte a dios.
¡Corazón! ¿Por qué lo haces?
¡Corazón! ¿Por qué me aturdes?
¡Corazón! ¿Por qué lo dices?
¡Corazón! ¿Por qué maldices?
Hay corazón no sé qué decirte,
en esta mala jugada del destino,
ay amor, hay que seguir el camino,
con dolores,
pero nunca abandonar.
Hay momentos en la vida
en los que el camino se vuelve oscuro
y se vuelve difícil su transitar.
Pero incluso en esos momentos,
el amor puede ser una luz que nos guíe.
No olvides que juntos soñábamos
el paraíso de verdad,
aunque se acaba el tiempo,
no dejemos de soñar.
Nuestro amor es tan profundo
que lo arropa la santidad
no existe el tiempo,
solo amar y amar.
Aunque no estés presente,
yo te podré imaginar,
amor porque estarás en mi mente
de donde nunca saldrás.