Vine hasta ti a entregarme
quiero de tu piel ser cautiva
que no existan más mentiras
ni orgullo que evite amarte.
Mírame bien soy la misma mujer
que un día tomaste a placer
desgarrando lo más puro de mi ser
tómame por favor me pongo a tus pies.
Que no se suplica por amor
pero hoy quiero hacerlo
muchas dirán que loca estoy
pero bien deben saberlo
el placer rebasa pudor
y no eres dueña de tu cuerpo.
Mía era la piel en la que habito
mas hoy te la doy para tu deleite
soy tuya, desármeme si quieres
pero derrama en mi todo lo que sientes.
Deja que me queme el fuego de tu lengua
qué pasa cómo lava en mis dos montañas
deslizándose hasta el sur frenéticamente
llegando a mi selva mientras llueve.
Te apropias de mis sentidos
mientras jadeo y chillo
y en tus ojos veo ese brillo
qué tanto deseaba en mis inviernos.
Das vuelta a mi cuerpo sin inhibiciones
mis caderas elevas y din distracciones
siento tu virilidad buscando encajar
entre mis muslos se abre paso al andar.
Entras en mi cuerpo con calma
como una yegua te sigo el ritmo
mientras tu cual jinete me cabalgas
vamos paso a paso por el mismo camino.
Mis cabellos son las riendas
que tú mano toma para guiarme
te inclinas a mi y besas mi espalda
siento como aceleramos la marcha.
Las embestidas son cada vez más fuertes
el cuarto está lleno de nuestros gemidos
me cabalgas sin detenerte
Y nos entregamos totalmente.
siento tu simiente recorrer mi vientre
llenas cada rincón de mi fuente
cansado caes sobre mi espalda
y yo me quedo agitada
pero feliz de tenerte.
Kerly Elizalde
Torbellino