jvnavarro
UN OTOÑO SOÑOLIENTO
Un otoño soñoliento
que se nos va de los dedos
se mece
al son del viento.
Trae en su seno
cortejos
de jóvenes enamorados
que se besan
allí donde las hojas
caen muertas de miedo
desde el cielo.
Ahora veo
las verdes huertas
y los ásperos linderos,
y por allí creciendo,
la retama diurética
y los cardos secos,
las esparragueras
sin sus tallos tiernos.
Y veo
los corazones sin tinta
de los enamorados,
que en los otoños
del mundo entero,
ven caer los días
ellos sujetos,
al espectáculo viajero,
de observar salir el sol
entrecruzado de lunares
de terciopelo,
para ofrecérselo como regalo
al cercano invierno,
de amores más serios,
que llegan trotando sin aliento
sobre los lomos
de briosos caballos
de hielo sus crines
y de fuego
sus relinchares
pidiendo heno.