diegovv

A2

Todo el día, medio dormido, desnudo en el frío.

Apagado y aterrado, porque me la paso en este estado.

Si a algo estuviera destinado sería a ser sufrido abandonado.

Desde nacido, melancólico y complicado.

 

Compensando al niño que fue negado,

Desquitando timbres de los pesados,

Encontrando la vida en el pecado,

Y balanceándola con lo sagrado.

 

Sin saber donde estoy ubicado, aunque estoy sentado,

Solo veo hacia una esquina, dos muros de rutina.

Es mi ruina moralina, semejante a la neblina,

Que te atrapa y te alucina, apuñala sin espina.

 

La tormenta que se avecina a mi vida opalina

Me sorprende y examina, me inyecta de morfina.

Me duerme aquí en mi esquina, mientras todo se termina.

Me mezcla y me combina con el resto de mi vida.

 

Mis lágrimas se congelan de modo que fascina,

Y mi cara se sangrenta sin dejar ninguna herida.

La ventana ya se cierra, pero falta la cortina, 

Pero antes de que acabe no sé si me despida.