Mi mejor regalo para Navidad eres tú y ese par de ojos marrones,
cautivadores de tul ,que instilan sensaciones.
Las cuales siempre celebro
pues , las dicta el corazón,
de las que siempre bebo
anonadado sin razón.
Tus ojos de regalo, espero esta Navidad
no en una maleta, ni en un cofre,
solo guardados por la voracidad
de aquel vagabundo pobre.
Puedes dejarlos en mi rincón
donde siempre los espero,
apartado de todo el salón
en ese feliz posadero.
Son quienes dan vida
a este humilde vasallo,
quien en un solo día
de vos se han enamorado.