SIN BUSCARLA.
La encontré un día,
sin buscarla siquiera
y cual alba sombría,
se me hizo quimera.
Y la amé sin amarla,
como la amé a usted
que fue agua sin tomarla,
que nunca sació mi sed.
Y fue ese amor…
Fugaz como el río
o como el Estío,
que pierde su calor.
Más no se pierde el amor,
que del alma ha nacido,
como la corriente a estribor
que no pierde su navío.
Y cuantos amores se pierden.
… Aparentemente,
Porque viven en la mente,
como yescas que encienden.
No hay amor en olvido,
si se amó verdaderamente;
Un recuerdo inminentemente,
sojuzga lo que se ha ido.
Y nada marcha aparentemente,
porque lo que se va nos queda;
En un pensamiento en la mente
o en una lágrima que rueda.
Y voy camino al olvido,
a buscar su recuerdo,
pues su huella no pierdo,
ni ella mi amor ha perdido.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Cincinnati, Diciembre 10 del 2023.