Por suerte abriré los mantos
celestes del dulce ocaso;
o quizá cuál victimario,
será la tierra quien abra el trazo.
Es incierto y cierto;
lo acepto y lo rechazo;
pero no se va el sentimiento,
pronto correré descalzo...
y mis pies no sentirán,
los dolores bajo sus pasos;
y aunque corran a toda prisa,
no llegarán con retraso.
Por suerte es poco el tiempo,
que queda en este retazo
de insolente existencia;
de este frío abrazo.
Por suerte ya no estaré,
no viviré otro cadalso;
que juzgue insolente mi actuar,
que juzgue mi andar cual fracaso.
Por suerte ya pronto no estoy;
con dicha diré que me marcho;
y dirán con pesar obituarios;
\"partió con el dulce ocaso\"