Francisco M. Ortega

Maldito enero

 

  

Maldito enero

que en tus alas extiendes

frío traicionero,

que convocas escarchas

hielo en los cuerpos

y en la nieve absoluta

el lívido dolor

de manos yertas,

labios amoratados.

 

Maldito enero

que en tu aliento tan gélido

el respirar se hiela

y tose hacia adentro

los carámbanos muertos.

Soledad congelada

álgida espera

en la fría mañana

de un sol loado.