Los ojos lloran sin consuelo
la brevedad de tu partida
Por tu entrega en esta vida
Dios te abre su guarida
Dejarás la tierra, rumbo al cielo
los ojos te abrirán alzando un vuelo
y soltando la pesadez del dolor
marcharás al eterno color
Sigue la luz al salir del foso
ya nada turba tu reposo
Madre, que tremenda fortuna
Tu amor es como el Sol a la Luna
sin él nada sería
Incesante; de noche y de día