Rafael Parra Barrios

Brindis de vino

 

El amor,
si es amor, 
es eterno. 
Jamás fenece, 
vive por siempre.
Y si carece de suerte,
su huella indeleble,  
andará vigente, 
nunca ausente.
Su unicidad, 
exclusiva melodía,    
oda excelsa 
de noche y de día.
El amor, 
no marchita, 
brilla bajo el sol, 
es pergola bendita.
El amor, edén vivo 
de cada respiro, 
de infinitos vestigios, 
brindis de vino.