Duele desde que recuerdo, estar viva, crecer sabiendo que no fuiste amada por nadie y por quién si, haberle dado la espalda, por intentar subsistir.
Desde que recuerdo tuve que escuchar, lo mal que fue recibido por ella el estar embarazada de mi, ya que significaba un pleito con papá.
Y así fue, la golpeó, por estar de nuevo embarazada, no quería otro hijo, varón.
Yo no fui deseada nunca y al parecer no fui amada, más bien rechazo por parte que quien se supone debía quererme más que a nada.
Nací y mi sexo cambió en algo mi historia, él estaba feliz, al fin tenía la niña que tanto deseaba. Pero se olvidó un poco de ella y eso marcó una brecha enorme entre mamá y yo.
Escuchar que no se preocupó por ella cuando al fin dio a luz, sino que en su lugar se fue de juerga a tomar y festejar que tenía una hija niña, gastar dinero, que no tenían, en vestidos y cosas para mí, pero nada para ella.
Esa historia me era contada por ella, con un coraje hacia mí y hacia él, en verdad no me hacía sentir feliz, pero me consolaba mi misma diciendo me que él era quien más me aba en el mundo.
Crecí sintiendo y creyendo que sólo él me quería, y es que ella no demostró nunca un sentimiento lindo hacia mi, creo que me toleraba o eso intentaba.
Fue hasta que él se fue y me abandonó, cuando ella gozaba envenenando mis pensamientos y sentimientos por él, que ella y yo logramos empezar una mediana relación madre-hija, pero sólo cuando estaba furiosa y contra él.
Era doloroso tener que odiar a quien amaba y el único ser que me había dado amor, todo por tener una mejor relación y llevarla mejor con ella, todo con tal evitar problemas.
Mi tristeza y soledad comenzó cuando él se fue, es cierto, pero dolían más las palabras de ella, que se grabaron tanto en mi mente \"lo ves, te dejó, porque no te quiere y le estorbas\", nadie me quería entonces, fue mi conclusión.
Rechazada por ella desde siempre y ahora por él, que me dejaba, intenté sanar ese abandono y después su pérdida, pero la tristeza, soledad y dolor seguían.
Dolía haber perdido a papá, pero más porque le di la espalda, cuando en verdad quería seguir estando a su lado. Esa traición aún me devasta, aún me avergüenza mi actuar y aún lamento no haber sido más fuerte y enfrentarla.
Mi tristeza,soledad y dolor no se han ido y es ella, porque su rechazo aún no lo he sanado y aunque muchas personas lo han notado, nadie, ni yo misma entiendo, que hice yo para que una madre no quiera a su hija.
En mis sueños, más bien pesadillas, ella viene a mi y me atormenta con sus palabras hirientes, sus desprecios, tal cual como siempre ha sido, nunca hay nada que yo haga, que valga la pena para ella, que suponga un poco de aprecio o así sea orgullo hacia mi.
Su rechazo duele tanto, que me atormenta.
He vivido tantos años, a la sombra de un hermano que es su gran amor y orgullo, mientras yo que siempre hacia lo que ella quería, con tal de un poco de su aprobación.
Y nunca obtuve de su parte, ni el más mínimo afecto.
Duele vivir intentando sentir un poco de amor, de parte de quien se supone debía, o eso creo, sólo porque si, amarme.
Quiero que deje de lastimarme, quiero dejar de llorar por ella, quiero dejar de mendigar, quiero olvidarla y no pensarle jamás, quiero sanarme, quiero no me duela, no sufrir más, por alguien que nunca me quiso y que no me sabe amar.
Pues si bien sus frases no se olvidan y son espadas filosas que me desgarran el alma en carne viva.
Esas frases de \"tú y tu padre solo vinieron a amargarme la vida\", \"si no vas a ayudarme a unir a mi familia, no ayudes a destruirla\".
Yo que fui la única que le apoyo y defendía, todo por estar bien con ella y que gané, que siempre me hiciera a un lado y me rechazara y diera más por quién fuera, incluso sin que fuesen de su familia.
Pero yo, por su parte nunca he merecido ni un poco de amor, aprecio, ni mucho menos comprensión.
Nunca tuve ni su amistad, mucho menos confianza, nunca me dio seguridad, ni nada de lo que necesitara de una madre.
Desde que recuerdo, crecí escuchando que no fui querida al saber que fui concebida.
Yo no pedí nacer, yo no pedí me trajeran a esta vida. Y es por eso duele desde que recuerdo, estar viva.
Nadmoon