He de aceptar que fui un cobarde,
que por no exponer el corazón me prohibí tus besos...
¡¡ Que tonto fuí!!
¡¡ Que barbaridad la mía!!
Pues ahora que busco tu calor no queda otra cosa más que tu olvido,
este olvido que me mata,
que me recuerda que el invierno próximo será por siempre el más ruin,
el más obscuro,
el frío...