Dr. Salvador Santoyo Sánchez

HASTA QUE ME ORINABA

Los golpes de la vara de membrillo,

caían sobre mi cuerpo de niño,

una y otra vez, cero cariño,

era como accionar un gatillo.

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Golpes despiadados sin control,

causa de tal acción, no hay ninguna,

desalmado padre con su frustración,

solo golpes sin compasión alguna.

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Tal contaba mi padre su historia

su rostro con sensible amargura,

son imágenes sin escapatoria.

sss

 

difícil perdonarle tal locura,

con mi orina paraba la euforia,

hasta la fecha mi rencor perdura.

 

 

Dr. Salvador Santoyo Sánchez

12 de Diciembre de 2023.