POEMA DEL NIÑO ROTO A LA DISCAPACIDAD
Yo sé que pertenezco a la cofradía
que se curra la pena y mendicidad,
pues gobierna mis días una monarquía
que le llama justicia a la deslealtad.
Nunca he tenido el cuerpo que yo quería
para sentirme libre como otro igual,
las deficiencias tienen melancolía
por la exclusión que hace la sociedad.
Nunca tuve el apoyo que debería
yo soy discriminado por cojear,
tampoco tuve el puesto que merecía
ni en la infantil escuela, la de amaestrar.
De no tener lesiones jamás sabría
que existen pedantones de aconsejar,
porque hubieran ahorrado sus profecías
por temor a qué les podría pasar.
De no ser un tullido se prevendría
la gente que me habla de una Deidad,
para que yo reprima la rebeldía
de saberme ajeno en vuestra sociedad.
De haber tenido fuerza quizá sería
huésped de la prisión no del hospital,
porque hubiera mandado donde quería
a los que hacían más daño a mi realidad.
De no tener la polio yo escribiría
solo versos de amor en su libertad,
pero tanto maltrato lleva mis días
a la misantropía y la soledad.