La lluvia suena en los tejados, está amaneciendo y yo, con un antojo desmesurado de amanecer contigo en un día feriado, sin más apetencia que el calor de tu cuerpo acariciando la paz de saberme amado. En días como hoy, cuando el otoño fenece, se percibe la soledad del invierno que se asoma, y yo, más te añoro. Te has hecho indispensable en el día a día de mi vida, no concibo la vida sin tenerte a mi lado, sueño contigo con los ojos abiertos, mi techo es la pizarra donde pasan escenas anheladas, vivencias cotidianas que se vuelven especiales si tú las acompañas, ir de tu mano a todos lados, presumiendo la dulzura de nuestro amor, donde todos nos miren, sus bocas callen y solo piensen…verdaderamente su amor no era sólo una ilusión; independientemente del qué dirán y qué pensarán, de las intrigas que pretenden apagar nuestra realidad, tú y yo, disfrutemos de este amor que vence todas las barreras, haciendo de cada piedra del camino, un escalón que nos lleve a la felicidad.
Sello esta misiva con un beso y la firmo con un sincero…”Siempre tuyo\"
(VOZ DE TRUENO)