En la penumbra de mi existir, tu amor, mi luz, empieza a surgir.
No hay dudas, certeza en tu mirar, en cada gesto, en cada suspirar.
Agradezco al destino y su encanto, por cruzar caminos, por este manto.
Creí en ti, mi musa, mi estrella, devolviéndome susurros, la vida es bella.
Tu brillo resplandece, fulgurante, como un sol radiante, deslumbrante.
Suertudo me siento, tropecé contigo, en esta danza de la vida, mi abrigo.
Eres mi princesa, mi bebé querido, mi reina, mi todo, siempre unido.
En este amor profundo, tan sincero, te digo un \"te amo\" que es eterno.
Si en esta vida no es nuestro destino, en la próxima, seré tu primer camino.
Eres mi suerte, mi luz y mi guía, contigo, amor, cada día es poesía.