TENGAMOS UNA AVENTURA...
Me gustaría tener una aventura contigo como dos amantes...
en un hotel apartado, puede ser del otro lado de ciudad de 8 a 12,
horario de amantes, yo bailaría para ti, dejaré mi piel húmeda en tu piel.
nos beberemos la noche al compás de un són, en copas de amores y ya borrachos
de amor, besaras las piernas y las entrañas y me embarazaré de tu poesía,
nacerían letras llenas de amor, con ojos de fantasía, con mirada de poesía,
en un cuarto oscuro, a la luz de las velas, escribiremos un poema erótico muy
apasionado y sensual, para volver a vivir el momento que viven los amantes
de 8 a 12, desnudos del alma y la piel bajo sábanas blancas recitaremos rimas,
sentiremos las llamas que nos hicieron arder la piel, sofocaremos con
besos los poros de la piel, bailando bajo el brillo de las estrellas yo
seré tú amante perfecta, tú a ella, no le dirás, que tuvimos una aventura,
que me llevaste a un hotel, y estuvimos juntos de 8 a 10, todo el tiempo...
nos dimos todo el amor con besos de fuego, ese fuego no lo podíamos apagar.
Le pondremos nombre a cada estrella, bautizaremos la noche, bailando al
compás de un son, ya para despedirnos nos juraremos darnos otro encuentro,
en la siguiente noche, y las noches siguientes, hasta qué uno de los dos muera.
promesa de amantes, en su primera noche de amor, entrega de pasión.
Juramento De Aquella Noche En Un Cuarto De Hotel Como Dos Amantes
Qué Se Juraron Amor Eterno Y Vivir Ese Momento Hasta Morir...
Todos Los Días 8 a 12, En Un Hotel.
Fuimos Amantes De Ocasión En Una Noche De Hotel…
Vive conmigo esta locura de amor aunque sea de fantasía, Amor!
citémonos en un hotel imaginario y hagamos el amor hasta enloquecer.
Alicia Pérez Hernández… México
No es la pluma la que escribe, es el alma
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Trato de escribir en la oscuridad tu nombre.
Trato de escribir que te amo.
Trato de decir a oscuras todo esto.
No quiero que nadie se entere,
que nadie me mire a las tres de la mañana
paseando de un lado a otro de la estancia,
loco, lleno de ti, enamorado.
Iluminado, ciego, lleno de ti, derramándote.
Digo tu nombre con todo el silencio de la noche,
lo grita mi corazón amordazado.
Repito tu nombre, vuelvo a decirlo,
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.