Invisible de mí en el aire apareces
y todo en mí es silencio y llovizna...
Yo con mi soledad de escudo
siento que caigo otra vez en el abismo más profundo
y me oprime el pecho, la agonía.
En esta sed de ti me sentencio
con mi tragedia que es una gaviota que vuela
perdiéndose en los límites de mis letanías.
Mi perfil de un hombre errante
con el alma dividida en dos partes
y una tristeza oscura que se prolonga infinita...
Voy muriendo al paso de los años
abrazando mis fragmentos que se caen
como las palabras que no fueron dichas.
Nada sobra en mis sueños
que buscan prolongar en las calladas noches
lo que la conciencia no halla en esta vida...
Hoy acaba lo que entonces comenzó
y esta es mi solitaria despedida
de aquello que fue un conjunto de emociones
de un compendio de desbordadas pasiones
que me besan de una manera cruel y emotiva.
Al armonioso sentir de mis lágrimas
que al caer van acariciando a mis pupilas,
caigo rendido en el ensuciado lodo
en donde amándote yo a mi modo
siento que estás en mí y eso me da una sonrisa...