José Valverde Yuste

SENTADO AL SOL

Sentado al sol

oyendo el rugir de las olas

Mi mente se abre 

como una rosa en primavera.

 

Qué frescura, candidez

un torbellino de luz en mi iris

me acelera los biorritmos 

como un maremoto en la pradera.

 

Ese llanto del pez

en la hoguera

mientras los comensales 

esperan degustar tal manjar 

que hace bullir al paladar.

 

Deshacerse mi boca 

en un derroche de jugos

inexplicables, difíciles 

de transcribir con letra

porque la visión es el arma 

secreta del poeta.