Los peces en sus encierros sueñan
que los acuarios
con sus luces,
oxigeno, comida,
son ese regalo,
que los hacen casi seres humanos.
Los miro y ellos me miran,
me paro y se paran
bebo y beben,
como y comen,
me alarmo,
somos muy parecidos
a dos gotas de agua,
en un mismo vaso.
Nuestros acuarios,
los de los seres humanos,
les consuelan
a ellos los peces,
pescados
y en algunos ratos,
se saben en todo
bien acompañados.