Era una noche calurosa de Enero a pesar del frío y en tus ojos había una chispa que me encendía desde el interior.
Era una noche con viento en un número par, cuando nuestros labios chocaron y se provocó todo un sismo en nuestros interiores.
Era una noche, una noche que se alejaba de ser fría; respirabamos el calor de nuestros cuerpos cuando más nos acercábamos.
Era una mañana, una mañana donde tomaste la parte más íntima de mi e hiciste chocar mis átomos y moléculas y el alba entraba por tu ventana derecha así como tu deseo en mí.
Era una noche una mañana un crepúsculo y una ausencia de color con pequeños destellos que titilaban al ritmo de nuestro compás.
Esa fue la noche que yo me enamore de ti.