Temeroso he vuelto a pasar
cerca de aquel ventanal,
intacto, sigue igual,
espero y vuelvo a desear
si emerge la que fue,
fantasía de mi primer amor,
apasionada inspiración,
perpetúan los rostros
las esfinges sombreadas
Ya, esperaba sentado
ante ventanal hoy cerrado,
reviviendo aquel rostro
reanudando aquel anhelo
un halito de espejismo y,
sentí el aroma, su sustancia
los profundos latidos y,
el sabor de sus lentos besos,
el rubor en sus mejillas;
levitaban mis sentidos
su presencia sus esencias
alientos comprimidos,
los ojos cerrados, al abismo
de la hirviente juventud
pasajera, recordada, añorada