Que venga la muerte y que no tarde,
que la espero tranquilo y silencioso,
que la espero paciente y que me arde,
como el fuego entrañable e indecoroso.
Sentencia de una vez como Coloso,
no gritaré ni habrá quien me acobarde,
no pediré perdón, es peligroso,
y moriré en silencio al perdonarte.
Por dignidad no pido mas clemencia,
ni piedad del verdugo que me atrapa,
y moriré preciso en tu cadencia.
Mas no esperes mis rodillas en el suelo.
ofrecidas en un tiempo que olvidaste,
que no alivia, corazón, el desconsuelo.