corren vientos de noche que levantan los sauces
las estrellas suben. Dejándome un mensaje;
tu piel y ojos como avena y arena,
te observo a solas con mi sombra y con mi pena.
Tus palabras son dadas,
tus palabras son buenas,
tus palabras son malas,
bellas como las estrellas;
largas como las espadas.
todavía creo en nuestro juego,
El juego de las miradas:
Mi principal idioma;
Tu principal espada.
Arrojas esa mirada
pero te pones nerviosa.
veo, veo, par de ojos negros;
miras, cargas, preparas y.… fallas.
¿Por qué dudas, por qué me engañas?
Se me acabo la esperanza,
tal seas el capítulo
quizás un versículo.
Los sauces blancos están,
llego navidad.
El té ya está.
voy afinar y tocar.