~ * ~Sinopsis:
~ * ~Rosa Julieta no tiene ojos para nadie más, más que para el amor que se fue un día por navegar entre regatas y le dice su amor ¨regresaré por tí en un día de navegación¨ y nunca más regresó Alfredo…
La isla Frigorí es una isla casi desierta en el este del mundo. En la isla Frigorí vive una muchacha de clase baja llamada Rosa Julieta. Rosa Julieta vive sola desde que sus padres mueren en un trágico incendio y tan siniestro en el pueblo en la isla Frigorí. La isla Frigorí está localizada y ubicada en el este de éste mundo, siempre la brújula marca norte y no, es por el este que está la isla Frigorí. Próximamente en la isla Frigorí, se presentará la regata más inmensa de la historia y al máximo está la isla para recibir a todos los navegantes de ¨La Regata del ´75¨. ¨La Regata del ´75¨, es un monumento de sensaciones cuando sólo la regata recorre por todo el mar del este llegando a la isla Frigorí. Los veleros forman parte de la bella atracción que dará forma a la inspiración innata de cada velero formar con dibujos a toda ¨La Regata del ´75¨. ¨La Regata del ´75¨, sólo se convierte en transición y en un combate lleno de veleros, navegantes, capitanes y tripulantes. ¨La Regata del ´75¨, es una regata en veleros cruzando por el este de la isla de Frigorí. Es domingo día de asistir a la iglesia, y Rosa Julieta, va de rumbo hacia el Templo de Dios, donde Rosa Julieta reza unas oraciones para estar bien con Dios y para creer que su mundo cambiará para bien. Rosa Julieta se dirige hacia su hogar a laborar como chofer de un Taxi. Rosa Julieta con licencia nueva que acaba de renovar, va de rumbo y se dirige hacia el mismo horizonte cerca de la playa de ¨Los Ojos en el Horizonte¨. Rosa Julieta una muchacha morena, de ojos negros, y de piel trigueña, alta y esbelta va de rumbo y en dirección fija por el el tránsito congestionado y el tráfico en tapón sin poder llegar a cruzar hacia la playa. La vida de Rosa Julieta se torna exasperante, fría, parca, pero, tan desnuda a la misma vez que comienza a ofrecer el calor una pasión extrema.¨ ̈Los Ojos en el Horizonte¨ es la playa más visitada y transitada por muchos taxistas allí llevando a los turistas desde la playa a la ciudad y desde la ciudad a la playa. Cuando llega ¨La Regata del ´75¨, a la isla Frigorí, es cuando Rosa Julieta echa humo por la cabeza por el tremendo e inmenso tapón que tendrá que guíar para poder trabajar. El trabajo para Rosa Julieta siempre fue bueno e inestable, pero, siempre le dio de qué comer y cómo alimentarse. Y ¨La Regata del ´75¨, ya está dirigiéndose a la isla Frigorí, cuando será el evento más fabuloso de la historia de la isla Frigorí. Atraerá muchas personas del ámbito internacional, superará los estándares en la economía, y será un evento muy tradicional para reunir a familias enteras en un sólo lugar en la playa ¨Los Ojos en el Horizonte¨. ¨La Regata del ´75¨, se torna segura, estable y con un ritmo musical muy atraído por los jóvenes en la playa ¨Los Ojos en el Horizonte¨. El evento que cuenta con más de una veintena de regatas, con miles de navegantes y miles de tripulantes, se da la sorpresa de una nueva regata y es la más parecida a la que colonizó a la isla Frigorí. ¨La Regata del ´75¨, se ve en la encrucijada en querer solventar el amor en cada regata, navegante y en cada tripulante. El amor es todo lo posible en querer amarrar el alma en una sola luz clandestina y a eso es que viene ¨La Regata del ´75¨ a la isla Frigorí, a dar y brindar amor. Si ¨La Regata del ´75¨, llegó a alegrar a la isla Frigorí, y a dar resplandor con luces brillantes hasta en las velas del velero o regata. Las luces, los adornos y hasta las bombillas nace como se hace una regata de altura, de calidad y de un sólo evento tradicional, pero, muy fastuoso en la caminata hasta ¨La regata del ´75¨, si Rosa Julieta deja a su taxi en una esquina para poder subir por el zaguán para buscar a sus clientes para poder laborar como taxista. Y Rosa Julieta observa a ¨La Regata del ´75¨, como una regata llena de resplandores, de bellezas y con muchas luces y flores de colores que alumbran en derredor a la regata haciendo que se iluminen sus ojos de colores atraídos por la fuerza en observar a ¨La Regata del ´75¨. Si Rosa Julieta va caminando por el zaguán lleno de gentes, de miles de navegantes y de miles tripulantes, de gente visitante y de turistas internacionales que visitan a la isla Frigorí, y lo que más desea Rosa Julieta es laborar como taxista para ganarse la vida. Rosa Julieta se aferra al desconcierto frío y tan friolero como poder ser la taxista más asediada de toda la isla Frigorí, cuando arde el deseo de navegar como los miles de navegantes y miles de tripulantes que recorren de un lado a otro el zaguán. Y Rosa Julieta se ve en la forma más vil y más fuerte de dar rienda suelta cuando conoce a Alfredo un navegante de la tripulación de una de las regatas y es la más hermosa de todas. Alfredo un hombre alto, de ojos de color azul, y de cabellos rubios como los rayos del sol, invita a Rosa Julieta a recorrer a su regata y Rosa Julieta con prisas acepta la invitación. Alfredo un mujeriego de esos en que se dice por ahí, que a ningún músico, policía o navegante se le puede creer un amor. Alfredo un navegante diestro y muy eficaz con proa y timón en mano, hace navegar a la regata al máximo viento y que lo lleve trascendentalmente por los mares abiertos del este de la isla Frigorí, y con el viento álgido y muy impetuoso no calma la llegada ni salida hacia el este siempre al este de la isla Frigorí. Alfredo un navegante diestro, eficaz y muy excelente en su labor como navegante lleva a la tripulación sana siempre a puerto seguro. Alfredo lleva y trae a los tripulantes siempre a puerto seguro, siempre y cuando el tiempo esté en óptimas condiciones para poder navegar en el mar abierto. Es ¨La Regata del ´75¨, cuando Rosa Julieta se debate en un trajín de ir y venir en ese zaguán mortífero, lleno de gentes y de personas que desean ser felices. Rosa Julieta conoce a Alfredo, dialogan y conversan de todo, de sus trabajos, de sus vidas, de lo que les hace y llena de felicidad el mundo. Si Rosa Julieta en el trance directo de la salvedad comienza a deliberar con el dolor en ser nada más que una pobre taxista y Alfredo nada más que un navegante sin más distinción que el mar de frente y por el lado, sólo mar y más mar. Alfredo ríe de la emoción cuando trata de conocer a Rosa Julieta queriendo conocer mundo, mar, viento y timón en mano. Y Rosa Julieta y Alfredo sentados en proa hacia a babor, sólo ambos sienten el deseo de confesar sus vidas, sus temores y felicidades. Alfredo y Rosa Julieta se conocen desde una perspectiva de jóvenes queriendo amar y entrelazar a la vida. Si Rosa Julieta en la furia del deseo y de la verdad efímera cree en el juego del amor como alguna salida en querer amar a Alfredo y Alfredo en querer amar a Rosa Julieta por el olor tan fuerte del deseo que destila Rosa Julieta. Si la fuerza del amor entre Alfredo y Rosa Julieta se aferró al deseo, a la lujuria y la libidinosidad de los cuerpos sedientos de amor y pasión de la buena. Y Rosa Julieta y Alfredo quieren entregar cuerpo y deseo, lujuria y pasión, pero, no, no aún no, es el tiempo correcto, pero, es que es el hedor de Rosa Julieta que lo tiene loco aún, y Rosa Julieta sin percatarse del indiscreto momento. Es ¨La Regata del ´75¨, y Rosa Julieta conversando con Alfredo en la proa hacia a babor, y en el instinto sosegado comenzó a deliberar razón, lujuria pasional y de una libidinosidad carnal y sexual entre Alfredo y Rosa Julieta. Los cuerpos se van acercando, Alfredo la toma por el brazo, y por la cintura y le expresa al oído y Alfredo sólo percibe su olor, su aroma de mujer corporal cuando lo enloquece más y más. Y Rosa Julieta cae en las garras del amor, y de la pasión vehemente amando como nunca a este zopilote que cree en la sólo astucia en ser un mujeriego con clase. Si el alma de Rosa Julieta se llenó de un amor, de una sola pasión, cuando Alfredo la besó en los labios como queriendo abarcar todos sus labios, la chica y morena y de ojos negros de la isla Frigorí se da la oportunidad en amar por primera vez. Amó esa noche como nunca y se entregó en cuerpo y alma, desnudado el uniforme de taxista, queriendo guiar un taxi como si estuviera en la carretera limpia y sin tráfico alguno, y guiar a 90 millas por hora en el mismo taxi que recorre de punta a punta a aquel zaguán que hoy día por el evento de ¨La Regata del ´75¨, lo recorre a pie dejando una estela de olores a sudores amargos por el trajín de ir y venir. Y Alfredo esa noche, fue sólo esa noche en la regata o velero más hermoso de la noche, con luces de bengala a su alrededor, dando éxtasis al amor entre Alfredo y Rosa Julieta. Alfredo toma por la cintura a Rosa Julieta y la aprieta contra su pecho y la forza en un beso que Rosa Julieta le corresponde con todo buen hálito frío, dejando su aliento fresco en la boca de ése hombre que ella amó con locura y con una sola tortura. Y Rosa Julieta desnudando el uniforme de taxista, sólo se aferró a una sola idea forjando el amor en el solo corazón de Alfredo. Y se desnudó completamente dejando sus senos al descubierto y su pubis sin ropa interior, Alfredo la besó insistentemente en el cuerpo desde el cuello hasta los pies, dejando una estela con sabor al hedor corporal de Rosa Julieta, y ella intransigente en la lucha de amar y en ser amada. El juego del amor quedó en manos del amor, y Alfredo penetró con delicadeza, pero, con amor salvaje y fiero a Rosa Julieta, y la amó una y otra vez dejando un rastro de caricias por todo su cuerpo y dejando unas miradas inertes, pasivas, consecuentes y un brillo entre la mirada de Rosa Julieta y Alfredo. Y riendo se halla en el camarote tanto Alfredo como Rosa Julieta. Y amando como nunca hicieron el amor como todos unos dioses del amor vehemente y carnal, espiritual y con el alma en fuego incandescente. Cuando en la playa ¨Los Ojos en el Horizonte¨ y en ¨La Regata del ´75¨, se siente todo como magia, trascendental y con un viento gélido y muy bueno en serenidad. Es la noche más larga para Alfredo y Rosa Julieta, encerrados en el camarote y con bullicio y con gentes visitando la regata nadie se da cuenta del amor pasional, y con vehemencia carnal que nació en la proa hacia a babor y logran tanto Alfredo y Rosa Julieta llegar al camarote para amar con locura y con tortura salvaje. El barco meneándose con las olas del mar, con el cuerpo de Rosa Julieta por hacer el amor con Alfredo, y con el bullicio de gente queriendo observar a ¨La Regata del ´75¨, intransigentemente se ve forzado Alfredo a cerrar su regata por amar incontroladamente a Rosa Julieta. Alfredo regresó al camarote y observa a ésa mujer que pide más de su sensualidad, pasión, y vehemencia carnal. En la isla Frigorí al este del mundo, se halla la isla de Rosa Julieta y atrajo las miradas de todos los presentes una pobre taxista y que desnudó a su uniforme para amar a un hombre de ojos de color azul como el mar y de cabellos rubios, deseando que todo el mundo en ¨La Regata del ´75¨, como recta final lo pudieran saber y contar de que amó una taxista de nombre Rosa Julieta a un navegante de la tripulación de ¨La Regata del ´75¨, y que era el hombre más ideal para ella, para su pasión y para su amor vehemente. El amor entre Rosa Julieta y Alfredo se torna apasionado, vehemente carnal y en un dolor que era como la herida profunda, pero, por amar, nada más por amar. Cuando en el camarote se ama el amor, la vida, la pasión y la insistente desesperación como el dolor en el alma, como una sola verdad, como una sola insistencia y como una sola pasión vehemente dando calor y un cálido sol a media noche, donde se ama Rosa Julieta y Alfredo en el camarote. Si Rosa Julieta en el insistente corazón nace como se hace una fuerza en el alma queriendo derribar y destruir en el alma una sola verdad y fue que su corazón en un momento se detiene en una sola fuerza del latir y comenzó a tener los latidos normales cuando Alfredo la ama más. Si Rosa Julieta amó como nunca desmoronando a la idea en querer desligar el odio de su insistente labor como taxista en la isla Frigorí. Si en Rosa Julieta y su mirada fugaz del amor y de la pasión inerte se fue de rumbo incierto en la vehemente y cálida pasión en el amor entre Alfredo y Rosa Julieta en el camarote amando como dos amantes sin medida. ¨La Regata del ´75¨, comenzó a dar señales de vida cuando la música y el bullicio no calmó la única insistencia en querer entregar todo como vida, alma corazón y el amor que le queda en el corazón. Esa noche y en esa madrugada no dio abasto en amar bajo el cálido y frío viento de ese mar abierto entre las velas del velero, y en ese camarote bajo la luz de la luna en la madrugada. Rosa Julieta y Alfredo se aman bajo la luna y en la madrugada y en ¨La Regata del ´75¨, cuando en el camarote de la regata de Alfredo como la luna como la luz incandescente, y como una luz translúcida y que desean amar más con el amor y con a cuestas de la única razón y era la locura inerte e intransigente que le ocurre cuando ama Rosa Julieta. Si en la cruel cercanía se debe a que el amor está a plenitud y con la integridad de una verdadera mujer amando como nunca. Y Rosa Julieta y Alfredo como único hombre en la vida de ella, se ve en la encrucijada en querer amar como nadie y como nunca en el propio amor en el insistente camino que recorrió Rosa Julieta hasta lograr llegar a la regata de Alfredo. Si Rosa Julieta amó indoloramente con dolores en un lugar donde la tenue luz era de la luna. Y Alfredo era como un hombre lleno de pasiones vivas, incoloras, adoloridas e impacientes. Y Rosa Julieta amando como nunca en el deleite moral e insistente integridad de mujer con el amor dentro del corazón. Cuando en la mañana y en el crepúsculo nació con todo sol en el cielo, nació la vida, la mujer, la esencia, y la virtud de una mujer en Rosa Julieta. Y Alfredo quedó muerto por el amor tan vehemente de Rosa Julieta, quedó extasiado y sin más forma que haber entregado el puro e inocente amor. Y fue el amor más grande que había sentido Rosa Julieta cuando en el debate y en la vida y en el amor quedó por siempre adherido como tormento de un huracán en plena tempestad.
Y fue una mañana cuando se despidió Alfredo de Rosa Julieta. Y Alfredo con añoranzas desde su propio interior dice que la expedición de ¨La Regata del ´75¨, termina hoy y que zarpa en su velero aproximadamente a partir en tres horas. Rosa Julieta quedó asombrada, inerte, con el corazón en la mano cuando Alfredo le confiesa ¨regresaré por tí en un día de navegación¨, y Rosa Julieta se va calladamente de la regata y del velero de Alfredo cuando toma su taxi y comienza la labor del día. Y Alfredo se fue de la isla Frigorí dejando muerta de amor a Rosa Julieta, otro más que siendo navegante de ¨La Regata del ´75¨, en al isla Frigorí. Y Rosa Julieta con dolor y amor al mismo tiempo en su corazón, laboró todo el día como taxista pensando e imaginando y sintiendo ese amor en su cuerpo, en su piel y más en su corazón. Si Rosa Julieta amó con locuras y torturas a un amor como nadie ni ninguno más. Cuando en el principio de una manera y de una forma le expresó Alfredo a Rosa Julieta que ¨regresaré por tí en un día de navegación¨, y Rosa Julieta le cree, lo ama tanto con el corazón, y con un dolor inconsecuente en que sólo se aviva la espera, la esperanza la que hoy le lanza a Rosa Julieta uan exasperación inocua, pero, tan trascendental como la misma forma en que más se amó. Y Rosa Julieta quedó dolorida de un dolor en el corazón como queriendo llorar, pero, el frío desnudó a su piel, a su cuerpo, y a su mente de un amor que quizás no sabía si regresará o no, pero, que le dio su palabra como hombre de que ¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Y con éstas palabras quedó Rosa Julieta como toda verdad y como todo frío de la vida existente. Y la verdad se cubrió de un dolor a todo corazón desnudo y de un amor casi trascendental. Cuando a la verdad que se siente como el alma sin la luz que emana, cuando Rosa Julieta enaltece como haber sido una mujer amada como nadie ni nunca, destrozando el alma de una sola luz como la de la luna de esa cruel madrugada cuando entregó su cuerpo, su piel, y su mente y su eterno corazón. Cuando en un ocaso frío de un sol en crepúsculo nació el sol y el dolor también como de costumbre. Rosa Julieta llegó a su hogar en la isla Frigorí, pero, en vez de bañar a su cuerpo y a su piel, se tendió sobre la cama a pensar en las palabras de Alfredo y en cómo la había amado en esa madrugada a la luz de luna. Y la expedición de ¨La Regata del ´75¨, se había marchado de la isla Frigorí, dejando inerte aquella vez cuando conoce a Alfredo y cuando la ama con locura vehemencia.
Rosa Julieta decide regresar a ¨Los Ojos en el Horizonte¨, en la playa donde se realizó ¨La Regata del ´75¨, después de un lustro de aquel amor perdido, adherido y devastado en la propia alma si se electrizó la forma en poder creer en el amor a toda costa. Si Rosa Julieta amó indecorosamente a Alfredo esa madrugada con la luna en el cielo. Y ¨Los Ojos en el Horizonte¨, estaba solitario, desolado, y en eterna soledad, y Rosa Julieta salió de ese mal incurable del desamor y de la fría decepción, cuando en realidad quedó como un dolor desolado, y en soledad y en un sosiego constante y quedó con la palabra de que ¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Y esas palabras quedan adheridas al único corazón de Rosa Julieta cuando quiere regresar a amar a Alfredo otra vez, pero, esta vez Alfredo no está. Y las palabras de Alfredo son que ¨regresaré por tí en un día de navegación¨, y Rosa Julieta pensando e imaginando que todo fue mentira, pero, en el alma de Rosa Julieta quedan por siempre grabadas aquellas únicas palabras en el corazón. Y, Rosa Julieta en ¨Los Ojos en el Horizonte¨ recuerda cómo esa noche amó con ímpetu, con vehemencia, con pasión y con un amor eterno en el mismo corazón. Rosa Julieta en esa playa de la isla Frigorí sólo siente y presiente un amor, una pasión, un dolor con la misma alma que amó con locura y ahora se halla en una soledad intransigente y con tortura desbaratando y desmoronando a la soledad. La insistencia se debe a que el amor en Rosa Julieta siente que las palabras de Alfredo que le expresó y que le dijo que… ¨regresaré por tí en un día de navegación¨ son verdaderas y tan reales como poder amar con locura, otra vez. Rosa Julieta ama y amó con tortura y salvajemente a Alfredo en el camarote de aquella regata en ¨La Regata del ´75¨, y que él le promete que regresaría y Rosa Julieta le cree, cree en sus palabras dejando inerte el corazón. Los ojos de Rosa Julieta aman desesperadamente a Alfredo mirando al horizonte, siempre al horizonte buscando que la regata de Alfredo regrese de ese mar abierto, bravío y en tempestad. Ya ha pasado un lustro completo desde que Alfredo se fue y la abandonó diciendo las palabras mágicas de todo hombre que…¨regresaré por tí en un día de navegación¨, la vida para Rosa Julieta se forma en un sólo ir y venir destrozando la vida en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, el amor quedó a la deriva como esa pasión desnuda que sólo quiso amar a Rosa Julieta con Alfredo. Rosa Julieta recuerda a aquella regata como un espectáculo de una emoción, de un sueño pertinaz y pertinente como la única era en que viajó el hombre de su vida por un mar en una regata que se fue y no le devuelve la vida. Rosa Julieta en ¨Los Ojos en el Horizonte¨ clava sus ojos en el mismo horizonte como esperando la espera más inesperada de un amor que no regresa, que se llevó su amor, su pasión, su vehemencia y su integridad como mujer desatando la virtud. Rosa Julieta se ve en la encrucijada en clavar sus ojos en el horizonte como queriendo ver a esa regata llegar con la eterna voluntad en querer abrir los ojos y poder llegar hasta donde está Alfredo, dónde se halla y que se halla en los mares perdidos de los océanos. Rosa Julieta con ese mar perdido de frente a ella sabe que pronto le devolverá a su amor, pero, sin apenas, sospechar y amar a las palabras más reales que le expresó Alfredo y que fueron que…¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Rosa Julieta clava perdidamente en ¨Los ojos en el horizonte¨, sí, a sus ojos como queriendo que el mar devuelva a ese amor. La vida llama como llama perdida y más en ese horizonte en que pierde sus ojos Rosa Julieta.
La exasperación en Rosa Julieta se ve, se torna incandescente, se siente y se percibe transparente, translúcida, pero, es blanca como la luz de nácar de la luna, como aquella luna que apareció cuando, apenas, se amó con Alfredo en la madrugada en ¨La Regata del ´75¨. Rosa Julieta se convierte en ese color luz de nácar de esa luna en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, como clavar sus ojos en el mismo cielo y en el mismo horizonte por esperar el regreso del hombre de su vida. La forma y la manera en que Rosa Julieta está en la espera inesperada de esperar por Alfredo se aferra, se aterra y se horroriza de un espanto o de un pecado en tentación fría en que amó con locura y tortura destronando y desmoronando al amor en el mismo corazón. Rosa Julieta espera con espera inesperada por un gran amor en ese mar bravío, impetuoso e intranquilo. Cuando en el embate de creer en el alma de Rosa Julieta, clavó sus ojos en el mismo horizonte en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, sin poder olvidar que fue amada como toda diosa en la misma hoguera cuando la llama encendió como todo fuego en el cielo, y más, clavó en ese horizonte, la mirada, y los ojos y el corazón. Cuando en el alma de Rosa Julieta se siente como los ojos se clavan en el tiempo o en la manera de creer que en el cielo y más en el horizonte está su amor en ese mar bravío, intranquilo e impetuoso. Y como una sola verdad intransigente, casi indeleble como la impoluta verdad, se aferró Rosa Julieta en ser una conmísera mujer amada como nadie ni nunca más jamás. Y Rosa Julieta en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, clava sus ojos, sí, sus ojos negros queriendo ver y observar a aquellos ojos de color azul como el del mar bravío llegar a ella. Y Rosa Julieta en la espera inesperada para poder creer en el amor de Alfredo que sólo le dijo con aquellas palabras de… ¨regresaré por tí en un día de navegación¨, y Rosa Julieta cree en la certeza de regresar con vida, con amor, con pasión y con la misma sensación que amó en el camarote cerca de la proa hacia a babor dejando una estela y fue la luz blanca de nácar de aquella luna impaciente dejando la luz caer en derredor y sobre aquella ¨La Regata del ´75¨, demostrando que sí, se puede amar y descubrir que la vida es pasional. ¨La Regata del ´75¨, fue lo peor en sucederle a Rosa Julieta porque como taxista nunca debió de haber subido a ese zaguán en busca de turistas para poder trabajar. Si Rosa Julieta hubiera pensado mejor la oportunidad y la situación en la forma de haber subido por ese zaguán para trabajar como taxista se hubiera ahorrado el momento en haber conocido a Alfredo. Rosa Julieta tiene clavados sus ojos negros como la morena de la isla Frigorí, como la amante más deseada y como la mujer más indeleble de todos los tiempos, en que se miró fijamente en el cielo y clavó a sus ojos negros como la gran espera inesperada de esperar por el amor real de Alfredo. ¨La Regata del ´75¨, se fue de la playa ¨Los Ojos en el Horizonte¨, exactamente después de haber amado como una total mujer se edificó la forma más clara y contundente de creer en el alma fugaz y como un sólo tormento de luz. La taxista llamada Rosa Julieta va de rumbo a su hogar, después de clavar a sus ojos negros en ese mar impetuoso, bravío e intraquilo, sosegado de un espanto inseguro, pero, certero. Cada vez que Rosa Julieta en la isla Frigorí se llena de turistas recuerda cuando amó indeleblemente e incandescentemente y con el amor en el corazón en ¨La Regata del ´75¨, y ahora después de un lustro de ese evento se ve Rosa Julieta clavando sus ojos negros sobre ese mar perdido, bravío e intranquilo que se llevó a Alfredo en aquella ¨La Regata del ´75¨, dejando abandonado un corazón que sabía amar a Alfredo. Rosa Julieta quiere y desea en el alma que regrese Alfredo en ¨Los Ojos en el Horizonte¨ en esa misma playa la amó, pero, no, no, nunca regresa Alfredo a la playa de ¨Los Ojos en el Horizonte ̈. Rosa Julieta siente que su manera y forma de ver el cielo es como poder clavar los ojos en el mismo horizonte donde se cuece el alma de un sólo fuego en el horizonte. Cuando en el alma de Rosa Julieta quedó como órbita lunar atrapando la furia, el alma y el horizonte total con sus propios ojos. Y Rosa Julieta quedando penitentemente adherida al cielo y más con sus ojos en el horizonte, se vio como los ojos negros derribando totalmente el cielo y todo en negro en alrededor. Si cuando por fin, Rosa Julieta, quedó como la euforia y como la vida misma en que el destino se aferró al desierto frío y se intensificó como el tormento frío e indeleble como ese mar bravío, e inestable que tuvo de frente. Rosa Julieta se siente como las palabras más sabias que le expresó Alfredo y fueron que… ¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Ese día de navegación de Alfredo duró mucho tiempo, una eternidad y un tiempo sin destino ni camino cuando en el altercado frío y de un frío mar se vio de frente a ese mar Rosa Julieta esperando lo que nunca regresará: a ese amor llamado Alfredo. Rosa Julieta se fue de rumbo y sin destino frío, cuando en el tormento de un mar bravío no le regresa a Alfredo ni con otra regata ni con otro velero. La vida de Rosa Julieta se vio atormentada, fría e inestable como un frío de nieve sobre el suelo o como el frío de bruma en ese mar perdido. Nunca más regresó Alfredo a la isla Frigorí, donde Rosa Julieta conoce a Alfredo como su único amor. Y Rosa Julieta desnudó el alma desvistiendo el uniforme de taxista una noche de madrugada después de dialogar plenamente con Alfredo sentada en la proa hacia a babor en ¨La Regata del ´75¨, cuando en el trance directo se aferró al amor y entre tanto al frío de ese amor que jamás regresó a la isla Frigorí. Y Alfredo jamás regresó a la isla Frigorí, ni con la regata ni con otro velero ni para buscar a Rosa Julieta, ni para volver a regresar a la isla por el amor de Rosa Julieta. Y, Rosa Julieta se siente en la encrucijada de amar con viento en popa, en proa y a babor, es cuando el amor se le escapó de las manos y del corazón a Rosa Julieta. Rosa Julieta se ve en el altercado friolero de un ademán vivo sin esencia, sin integridad de mujer ni vida en el pasaje sin regresos como la eternidad fría dentro del cuerpo y de la piel desnudando el uniforme de taxista entre los deseos de un hombre que amó totalmente a un hombre llamado Alfredo. Y los ojos de Rosa Julieta quedan clavados en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, en la playa donde se conoce el amor en la pasión desnuda electrizando la forma más conveniente en regresar a amar. Y Rosa Julieta quedó adherida como el tormento vivo de un tenaz encuentro entre el mar y esos veleros por donde se cuece en el costado la vida velera de un regreso pertinaz y para un encuentro vivaz, pero, no, no ocurre jamás y todo porque Alfredo no regresa jamás.
Y lo más pertinaz de un sólo mal encuentro entre el mar y Rosa Julieta si se siente como el frío tormento en que se cuece el alma de un sólo frío inerte cuando en el alma atormenta como el delirio más nefasto de todos los tiempos. Si en el ocaso frío y en demasiada vil irremediable se sentó Rosa Julieta sobre una piedra frente a ¨Los Ojos en el Horizonte¨, deseando ver y observar con sus ojos negros al horizonte esperando a que llegue Alfredo, y vio a un velero llegar desde el horizonte y creyó que era Alfredo y lo esperó, pero, no, no, era Alfredo, jamás llega Alfredo desde el horizonte. Y, Rosa Julieta quiso entregar el alma o una luz incandescente en el frío camino hacia su hogar laborando como taxista, pero, no, no era ni fue lo suficientemente indeleble como el mismo coraje en el corazón. Y Rosa Julieta se fue de rumbo incierto como en una sola dirección fija en que el deseo se tornó exasperadamente.
Y logró llevar a una mujer que era una prostituta, queriendo lograr llegar a un prostíbulo cercano a ¨Los Ojos en el Horizonte¨ en la isla Frigorí. Aunque Rosa Julieta era taxista no conoce todas las direcciones en la isla Frigorí y se pierde buscando ese horizonte. La mujer que es una prostituta sólo percibe una cosa en la vida cómo ser la esencia perfecta de la existencia. Y Rosa Julieta se fue de rumbo incierto y de una sola dirección fija, cuando en el horizonte de ese prostíbulo se mira en el espejo de ésa mujer que logró atrapar entre su taxi para llevar lejos y todo porque se pierde en la dirección incorrecta. Rosa Julieta da vueltas y vueltas en el horizonte desnudando el alma y se fue de rumbo incierto cuando quiso ser como la fuerza en el alma. Y en el tiempo en que se pierde con la dirección incorrecta el tiempo caducó para Rosa Julieta, cuando quiso ser ésa mujer extraña que llevó en su automóvil como taxista. Y siendo cómo ésa mujer quiso ser como toda mujer exquisita y más siendo una prostituta, por la cual, quiso entregar todo de ella, y siendo como toda mujer prostituta quiso y trató ser como ella, pero, su uniforme de taxista nunca afloró en dejar su instinto como una mujer trabajadora. Y su instinto de mujer no la dejó nunca en solventar la euforia y la furia queriendo derribar el cometido en caer de bruces caídas cuando sólo en el tiempo y en el delirio frío se intensificó más cuando sólo Rosa Julieta quiso ser como toda dama de la prostitución. Y Rosa Julieta entabla una conversación amena con la prostituta en dirección fija hacia el prostíbulo y ella se aferró al deseo de ser como la mujer prostituta, pero, en cambio ella nunca se perdería entre un prostíbulo y todo porque en la amena conversación que Rosa Julieta quiere ser como toda dama prostituta cuando cree en el amor y el libertinaje. Y Rosa Julieta sólo se siente como la misma prostitución vendiendo sueños, ilusiones, sexo comprado, cuando en el instante se siente como toda una prostitución en el alma de Rosa Julieta y ella se siente como vendiendo lo que desea ser comprada como un alma llena de luz y un corazón lleno de amores, pasiones y vehemencias. La vida de Rosa Julieta ocurre el mal porvenir de creer que en esa calle de la prostitución donde existe un prostíbulo se da una verdad efímera e impoluta desnudando lo que más se siente en el alma cuando Rosa Julieta se ve aferrada y aterrada a la pobre mala existencia en poder creer en el alma desvestida de un uniforme de taxista cuando está desnuda de luz, y de ilusiones con las palabras de Alfredo ¨regresaré por tí en un día de navegación¨, cuando él le dijo extensamente y exactamente como una sola fría verdad y que ella creyó como toda mujer ilusionada. Si Rosa Julieta en el trance de la álgida verdad se vio fríamente y tan friolera como el mismo tormento en que se dio el embate de la verdad. Rosa Julieta en el embate de creer en el alma se vio fríamente incolora e inestable cuando en el mundo se vio como la calle de la prostitución o como el prostíbulo más cercano de la isla Frigorí. Rosa Julieta en el trance más perfecto cuando logró dar con la dirección correcta lleva sana y salva a ésa mujer prostituta cuando el tormento se siente como liberar el alma con una luz incandescente hacia el sólo desafío. Rosa Julieta se ve en la encrucijada en ser dama prostituta o continuar siendo una taxista cuando en el alma se cuece de una aventura clásica como lo es ser prostituta, pero, ni así logra derribar el mal recuerdo o poder olvidar el trance directo del amor de Alfredo. La vida de Rosa Julieta se ve marcando trayecto cuando cree ser ésa misma mujer prostituta cuando en el deleite efímero cree en ser como toda dama de la calle. La vida de Rosa Julieta fue laborar como toda taxista cuando en el embate se gana como se pierde el alma fría devengando un pobre salario como taxista en vez de obtener más riquezas siendo dueña de su cuerpo, de su alma y de su corazón, pero, no logró ser como una dama prostituta.
Rosa Julieta se torna exasperante cuando llega al hogar derribando todo libertinaje en la aventura de llevar a ésa prostituta a ese prostíbulo. Rosa Julieta quedó como una pobre taxista sin deliberar el trance directo en poder ser más que una pobre taxista. La vida de Rosa Julieta quedó maltrecha en la espera inesperada de esperar por el verdadero amor cuando en el altercado se vio tan frío como el porvenir incierto. Rosa Julieta se vio fríamente indeleble ante tanta espera por el verdadero amor como sol con lluvia, como bruma en el mar y clavados sus ojos en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, cuando en el comienzo se electrizó la forma de haber esperado y amado con pasión, con vehemencia y con cálido amor. La espera de Rosa Julieta quedó maltrecha, malherida y con un dolor subrepticio cuando quedó sola, abandonada por el verdadero amor cuando quiso que Alfredo regresará con esas palabras mágicas que sólo los hombres saben expresar que… ¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Y, Rosa Julieta se fue del tiempo, en el ocaso con el sol lejano por una noche que llegó impetuosa a amar con calor, con vehemencia, con pasión y con un amor en el corazón. Rosa Julieta es la mujer taxista que desea ser la mujer más amada, pero, queda sola y abandonada.
El tiempo transcurre como órbita lunar atrapando al cuerpo desnudo, sin luz ni un conmísero amor y Rosa Julieta quedó después de diez lustros como una mujer solitaria y en soledad y en desolación muere de un amor en el corazón y muere sintiendo en su corazón un mar bravío, intranquilo e impetuoso y unos ojos clavados en ¨Los Ojos en el Horizonte¨ en esa playa donde amó tanto y con locura y tortura con pasión vehemente. Rosa Julieta siente morir a su corazón destrozando toda aventura en el corazón demostrando que pudo amar verdaderamente y que su corazón se detuvo por haber amado a un hombre llamado Alfredo y que le expresó que… ¨regresaré por tí en un día de navegación¨ cuando se perfila que su corazón perdonó en el lecho de muerte a Alfredo dejando a su corazón en el mar y sus ojos clavados en el horizonte, ojos negros que sólo miran el negro derredor a su alrededor queriendo destruir todo a su vez. Rosa Julieta muere impetuosamente cuando se perfila que el amor lo fue todo para el corazón de Rosa Julieta dejando inerte al sol como luz y como brújula de un amor sin olvido recordando siempre el amor en el corazón. El mar en el corazón de Rosa Julieta y sus ojos negros clavados en ¨Los Ojos en el Horizonte¨ quedan por siempre petrificados demostrando que el amor lo era todo para Rosa Julieta. Las palabras de Alfredo que expresó antes de marcharse a Rosa Julieta, fueron que… ¨regresaré por tí en un día de navegación¨, el mar y ni el horizonte traen de vuelta o de un regreso eterno a Alfredo demostrando que el mar se lleva y trae todo lo que desea. ¨La Regata del ´75¨, fue el recuerdo más vivo para Rosa Julieta antes de morir petrificando su forma y su manera de amar incondicionalmente a Alfredo. Rosa Julieta muere y en el lecho de su muerte expresa las mismas palabras que Alfredo al marcharse que…¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Y, esas palabras de Alfredo calan tan hondo en su ser como tan profundo es el mar y sus ojos negros clavados en el horizonte petrificando la espera del regreso de ese amor quedó Rosa Julieta queriendo en el más allá esperar por ese único amor.
Cuando del mar llegó Alfredo después de diez lustros en la isla Frigorí, Rosa Julieta quedó adyacente de un recuerdo fijo como el tormento de ese amor que apenas había conocido en ¨La Regata del ´75¨y recordó Alfredo a Rosa Julieta con su olor natural corporal de un cuerpo y un alma llena de luz. Y Alfredo quiso ser como el mar impetuoso, bravío e intranquilo, cuando en el tormento se vio frío pensando en la proa hacia a babor por ese amor clandestino que tuvo por conciencia el mar sosegado de todo un mar salado. Alfredo fue en busca de Rosa Julieta, aunque nunca le dijo su nombre, ella siempre permanecerá en su recóndito corazón amando como nunca en el tiempo y como todo el mar. Y Alfredo quedó en su regata recordando al triste amor que tuvo con Rosa Julieta en ¨La Regata del ´75¨ cuando se amó con locura, tortura, pasión y vehemencia. Alfredo buscó a Rosa Julieta en la isla Frigorí desatando la euforia, la furia y la pasión dentro de su corazón, aunque, intentó buscar a Rosa Julieta no la halla jamás y recordó a aquellas palabras que le expresó a Rosa Julieta, que…¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Y, Alfredo con vejez en el corazón siente morir porque esa promesa no se cumplió cabalmente la misma de las palabras hacia Rosa Julieta que…¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Alfredo tomó el ancla en la proa de su regata y la lanzó al mar con él suicidando a un corazón por amor, por pasión, por vehemencia y por no haber cumplido la promesa al recordar esas palabras. Y, en el cielo y en el más allá se reencuentra un amor que amó con locura, con tortura, con pasión, con vehemencia carnal dejando morir al corazón de amor e irrumpiendo en un sólo recuerdo a aquellas palabras que expresó Alfredo antes de marcharse con el sol que…¨regresaré por tí en un día de navegación¨. Y, ese día de navegación llegó, pero, muy tarde para un corazón amando como lo fue Rosa Julieta en el amor y en ¨Los Ojos en el Horizonte¨, en esa playa donde se amó con locura y vehemencia dejando Rosa Julieta a sus ojos negros como el horizonte y los ojos de Alfredo como ese mar impetuoso y bravío.
FIN